El equipo está como está y el partido ha evidenciado las dificultades en ataque que pasa el equipo. Pero al menos esta vez, el final ha sido feliz por la clasificación para cuartos de final.
La primera parte ha sido espesa y lenta. Un rival con la presión alta y un Barça que regalaba el balón o se adormecía con pases en medio campo. Pero la portería, viéndola de lejos, sin ocasiones de gol. Después de un poco de brío en el inicio, el equipo se dormía en un control insulso, pasando los minutos y con la grada impaciente hacía la media hora.
Luego, de nuevo un fuera de juego inexistente evita que suba el primero de la noche. Malos augurios. Un árbitro que ya se veía que había dejado las tarjetas en el vestuario.
Pero por fin, entre pérdidas de tiempo del portero rival y una lesión de un central rival, llega un robo en zona de ataque con pase a la banda a Neymar que centra largo para que pueda rematar Luis Suárez y poner la eliminatoria de cara. Fin de la primera parte.
En la segunda, inicio con una de cal y otra de arena. Neymar que ha estado muy incisivo por su banda y ha llevado el peso de los ataques del Barça, ha conseguido driblar a dos defensas y ha sido derribado dentro del área. Penalti y él mismo de ha encargado de convertirlo. Con sus suspende y todo.
Pero cuando nos las creíamos felices, el rival llega una sola vez a rematar a puerta y marca el dos a uno. La pega de las últimas semanas. Nervios en la grada y durante unos minutos en el campo.
Menos mal que el equipo se ha resituado y ha vuelto a dominar el balón controlando y generando algo más de juego. Hasta que la guinda la ha puesto Messi. Lanzamiento de falta engañando al portero y llevando la pelota a la base del poste para que entrara dentro.
Un palo de Neymar después de driblar a varios jugadores rivales dentro del área podría haber sentenciado el partido pero se ha tenido que sufrir hasta el último minuto. Pero el rival no ha tenido posibilidades de marcar.
Primera final de la temporada superada.
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