domingo, 29 de enero de 2017

Jugando así...

Partido de rotaciones y con una actitud del equipo por debajo del nivel necesario. 
Un rival con un 5-3-2 que en teoría debía situarse en posición defensiva, pero con una leve presión alta y sin grandes esfuerzos, conseguía desbaratar las salidas del Barça con el balón controlado. Encima las pérdidas constantes en defensa provocaba ocasiones claras del rival que por su baja calidad no materializaba en gol. Pero la cosa no pintaba bien. 
Digne y Aleix Vidal tenían problemas para sacar el balón jugado y en condiciones. El rival dejaba el balón a Mathieu para que lo sacara, por tanto, dificultades para salir correctamente. Luego el medio campo era inexistente. Denis y Arda desconectados del partido y Rakitic con poca capacidad para ayudar en la salida de la pelota. Al final Ter Stegen rifando la misma y con un rival creciéndose a medida que pasaban los minutos. 
El tridente desconectado totalmente. El equipo parecía reservándose para la Copa, pensando que la victoria caería por su propio peso pero lo único que se veían era disparos del rival y paradas de Ter Stegen. 
Los últimos minutos de la primera parte nos han ofrecido la única ocasión clara de gol del Barça en la misma, un disparo de Neymar que el portero ha conseguido parar. 
La segunda parte se ha ido poniendo cuesta arriba cada minuto que pasaba. El equipo no reaccionaba, se encontraba dormido, anestesiado, mientras el Betis iba acercándose cada vez más al área blaugrana. Un larguero y un palo han sido el preludio de la debacle. El gol ha salida de un córner ha puesto al Barça contra las cuerdas. 
Entonces ha despertado la velocidad y las prisas. Un gol que el árbitro no ha visto cuando un defensa ha sacado el balón de dentro de la portería, ha acabado por rematar al equipo. Quince minutos para atacar al rival y un gol en el último minuto ha dado un empate que no han merecido. El equipo no parece con la dinámica de juego adecuada para ganar todas las competiciones. Ya veremos cómo gestiona el vestuario esto. 

Lo mejor:
  1.  No hay conclusiones positivas del partido. 

Lo peor:
  1. Las jugadas dudosas nunca nos conceden esa suerte que hace falta cuando no se juega bien. 
  2. El equipo se duerme o no puede, que es mucho peor. 

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