miércoles, 20 de enero de 2016

Victoria en una batalla.

Porque la segunda parte parecía una batalla campal. ¿Tanto cuesta respetar y aceptar la superioridad del rival? ¿Tanto molesta que un jugador superior como Neymar sufra esa persecución de los rivales con la impunidad dada por el árbitro?
Incluso la afición con un comportamiento despectivo (cosa habitual en todos los campos) pero que se ha salido de madre al aplaudir una entrada garrafal a Aleix Vidal, de roja. Un cero y vergüenza ajena. Así va este fútbol donde nos parece normal las entradas a destiempo, que Aduriz le pase el pie por la espalda a Neymar sin que haya un juez en el campo que lo juzgue, incluso se aplaude, la excesiva dureza, no existen las tarjetas rojas y de esa manera los jugadores reparten y reparten llevando el partido a las paradas continuas, con el fútbol desaparecido. Luego si intentas regatear a un rival o hacerle un caño, no hablemos ya de una lambretta, es una falta de respeto. ¡Anda ya!
Esto ha sido la segunda parte.
En la primera, baño del Barça que ha soportado los primeros minutos de presión asfixiante del rival pero que poco a poco se ha ido quitando los rivales de encima, con un mayor control de la pelota.
Ya Neymar ha tenido la primera ocasión que ha sacado el portero a córner. Pero enseguida ha llegado el gol de Munir. Arda ha recibido en medio campo arrastrando a tres rivales, cuando ha visto que entraba en profundidad por la banda Rakitic y le ha enviado en profundidad, que ha dado continuidad al balón hacia él área para que rematara el delantero.
Esto ha provocado cierto apagón en la presión del rival hasta que el segundo les ha apagado por completo. Neymar ha conseguido encontrar un balón en el borde del área tras unas pérdida en defensa del rival, marcando el segundo.
Ellos no han tenido ninguna ocasión hasta el minuto 80. Esos últimos minutos han servido para que Ter Stegen sacara dos balones peligrosos y ese orgullo sin calidad de los rivales, ha generado que marcaran un gol en un error defensivo de Alves. El equipo ha acabado desquiciado por la falta de control por parte de la tripleta arbitral.
El entrenador rival dice que no ha sido un partido duro. Ha visto otro partido, pero claro, como nadie ha salido en camilla... Ya sabemos que si hubieran querido lo habrían hecho.
Eliminatoria decantada y con escasas posibilidades de remontada si todo se produce en las circunstancias normales.

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