El resultado que era difícil de remontar ha hecho que el partido haya sido más tranquilo que los anteriores, a pesar de que ha seguido habiendo faltas fuera de lugar y entradas exageradas que de nuevo, el arbitro no ha querido controlar. Lo de siempre, más tarjetas por protestas que por entradas duras.
El Barça ha salido con muchos cambios en la alineación y en la disposición táctica, novedad con dos pivotes defensivos, Rakitic y Sergi Roberto, tres mediapuntas, Messi, Turan y Alexis Vidal, con Munir de delantero centro.
Los primeros minutos ha sido de juego dubitativo, los jugadores parecían no encontrar su sitio en el campo, el rival con su presión inicial también obligaba a la rifa del balón enseguida. Hacia el minuto veinte todo se ha asentado y el abarca ha empezado a controlar el partido, sin grandes alardes pero manteniendo el control de la pelots en medio campo. Si a eso le añadimos que Messi ha encontrado a Munir en profundidad y ha marcado el primero de la noche.
En este final de primera parte han llegado las pocas ocasiones del rival pero entonces ha aparecido Ter Stegen con excelentes paradas que han mantenido la portería a cero y dejando en cero las posibilidades de remontada.
La segunda parte entre las diferentes entradas de los dos equipos, la falta de árbitro para evitarlas, las pancartas y la cabeza de cerdo (algunos cenan muy fuerte), un segundo gol de Munir en fuera de juego, las discusiones entre Messi y Álvaro decidiendo donde iban a cenar esta noche juntos (modo irónico ON), ha pasado sin pena ni gloria.
Clasificación con la gorra y a esperar los cuartos.
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