Revolución en la alineación disponiendo un esquema 3-4-3 de inicio colocando tres centrales en defensa, dos pivotes por el centro y Alba con Rafinha por las bandas de carrileros. Arriba, el tridente. Sin sorpresas. Busquets se ha quedado descansando en Barcelona reservado para el partido del miércoles contra el Atlético.
Pero al inicio del partido, el rival que parecía se situaría en defensa como el resto de los rivales a los que nos hemos enfrentado últimamente, ha salido a presionar muy arriba la salida del Barça, con las líneas muy adelantadas. Entiendo que el entrenador rival buscaba sorprender al Barça intentando conseguir un gol a favor, única situación en la que el Barça no se siente cómodo y le genera ansiedad en ataque.
Pero si no salen las cosas como ellos las pensaban, esta propuesta arriesgada es muy peligrosa porque el Barça con espacios es letal.
Y así ha sido. Los primeros minutos no conseguía superar la presión rival pero a la primera contra que ha podido montar, Luis Suárez se ha ido por la banda derecha a base de fuerza de su defensa, consiguiendo encontrar a Messi en un centro raso y este ha batido al portero que no tenía opciones de pararla.
Partido roto y encarado para ganar. A partir de aquí, ellos han tenido un cierto retroceso en su ánimo e intensidad, permitiendo al Barça controlar mejor el partido. La verdad es que Mascherano por banda derecha tenía ciertas dificultades para parar las entradas del rival por la misma, con la única suerte de la poca peligrosidad del Leganés. En cambio la dupla Piqué-Umtiti controlaba bien las acciones de los delanteros. Jordi Alba era el encargado de ayudar a la defensa cuñado atacaba el Leganés.
Ter Stegen ha tenido que hacer una gran parada con un segundo despeje desde el suelo de Umtiti para evitar el gol del rival que encontraba ciertas facilidades por la banda derecha defensiva del Barça.
Pero la poca incidencia del rival en el marcador, contrastaba con las acciones de ataque del Barça, que eran muy pocas pero con mejores resultados hacia el marcador. En estas que un robo de Messi en campo contrario ha generado una jugada personal del mismo hasta dejar el balón hacia Luis Suárez que con el portero batido ha conseguido el segundo del mediodía (horario bastante malo para ver fútbol desde mi punto de vista).
Antes de llegar el descanso se ha producido un nuevo contraataque donde Luis Suárez de nuevo se va por el centro para recibir el pase de Messi y buscar a Neymar por la izquierda para que de nuevo, marque a placer el tercero.
Partido sentenciado.
La segunda parte ha servido para divertirse en el campo, con un rival inofensivo en ataque y consiguiendo dos goles más. Uno de penalti de Messi (muy claro sobre Neymar) y el quinto de Rafinha tras un disparo excelente desde la frontal del área.
Ellos han conseguido el gol del honor en una falta directa bien lanzada a la escuadra.
El Barça dando descanso a sus jugadores. Cambios de Luis Suárez, Rakitic e Iniesta por Alcácer, Arda y Denis Suárez respectivamente, para ir repartiendo minutos entre todos los jugadores.
Los últimos minutos han servido para ver el mal perder del rival con un Neymar perseguido por sus filigranas. Cosas del fútbol español.
Vuelta al senda después del despiste del pasado sábado. Ahora, prueba el miércoles ante uno de los aspirantes a la liga. Veremos el nivel del equipo.
Lo mejor:
- El tridente no puede ni debe rotar. Solo si el resultado es favorable.
- Dupla Piqué-Umtiti impresionante defensivamente y en la salida del balón. Titulares indiscutibles, para mi.
- Rafinha pide paso en el equipo titular. Dura competencia este año y gran problema (positivo) para Luis Enrique.
Lo peor:
- Mascherano sigue sin demostrar nivel defensivo, hoy desplaza a la banda derecha, viéndose superando en varias ocasiones.
- El mal perder del rival. La victoria era incontestable y ellos no han sabido aceptarla.
- El público protestando por todo y dando a entender que el partido era un robo. Con este nivel de personal no podemos avanzar como sociedad.
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