sábado, 10 de septiembre de 2016

Gripazo Fifa.

Partido a priori sencillo que después se ha complicado hasta llegar a costar la derrota en casa. Muchos cambios en la alineación, los partidos de selección han generado que Luis Enrique diera descanso a la mayoría de los titulares, algunos en el banquillo y otros directamente a la grada. Era un día para demostrar que el equipo tenía profundidad de banquillo, que lo tiene, pero el resultado negativo hará que se haga debate sobre el hecho de sentar a los mejores. 
El rival con un planteamiento claramente defensivo, un 5-4-1 sobre la línea de su propia área y a verlas venir. 
El Barça ha empezado intenso pero le faltaba fluidez, abrir las bandas con los laterales y no crear tanto embudo por el centro entrando todos por esa zona. La mala colocación en ataque acarreaba que la presión no fuera todo lo buena que se esperaba y el rival se permitía el lujo de controlar la bola, eso sí, sin generar juego ofensivo. Pero esto desgastaba el centro de campo blaugrana y luego costaba volver al ataque. 
Las ocasiones no llegaban, más allá de un disparo con la zurda muy desviado de Rakitic. 
Pasaban los minutos y el rival cada vez se encontraba más cómodo, en cambio los blaugranas empezaban a sacar la ansiedad y prisa habitual. 
Hasta que en una jugada de banda del rival aparentemente sin peligro, un rival se va de Denis y centra ante la llegada tardía de Mathieu y Mascherano a cortar el centro, con lo que el delantero rival ha conseguido enviar el esférico al fondo de las mallas. 
Descanso con el tanteo en contra a la espera de que Luis Enrique cambiara algunas cosas en el vestuario. 
El inicio de la segunda parte no ha podido ser más esperanzador. Empate de Mathieu nada más empezar y la sensación de que cambiaban las tornas. Laterales bien abiertos, Busquets encajado entre los centrales y más ataque contra la portería rival. 
Pero de nuevo un error garrafal en el despeje de Mascherano y la poca contundencia de Aleix después ha hecho que marcaron ellos su segundo gol y el partido ya cuesta arriba. 
Las entradas de Messi, Iniesta y Luis Suárez no han tenido efecto, el rival empezaba a perder tiempo con un descaro superlativo y la ansiedad se había hecho poder de las mentes de los futbolistas de Barça. Balones a Messi era todo el bagaje ofensivo del equipo. Y como suele pasar siempre, Messi nunca resuelve partidos cuando sale del banquillo. Estadísticamente hablando, eso es así. 
Bueno, pues ya ha llegado la primera pájara de todos los años en el Camp Nou aunque el desconcierto y las pocas ocasiones generadas generarán dudas en los próximos días. Por suerte, esto solo ha hecho que comenzar. 

Lo mejor:
  1. Queda mucha liga. 

    Lo peor:
    1. Decepción a nivel defensivo de Mascherano, Mathieu y Aleix Vidal. En estos momentos, son los defensas de cola del equipo y bien haría Luis Enrique de hacerles jugar lo mínimo y nunca a los tres juntos. 
    2. Messi si no va a salir de titular, mejor en la grada. Como revulsivo no tiene suele funcionar. 
    3. Cillesen y Alcalcer han tenido un debut negativo. Los dos no han aportado en exceso al equipo. Pero es pronto para ellos, necesitan más tiempo. 

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