domingo, 26 de febrero de 2017

Una victoria para seguir vivos.

Primera parte donde a pesar de los cambios tácticos, el equipo ha seguido con la línea de los últimos partidos. Luis Enrique ha cambiado los planes del equipo, con un 3-4-3 que situaba a Rafinha en el extremo derecho, Sergi Roberto en medio campo y Piqué, Umtiti y Mathieu como centrales. Pero este cambio solo ha desestabilizador el sistema defensivo del atlético diez minutos. A partir de ahí, han subido la presión a la defensa de los blaugranas y la pérdida de pelotas era constante. 
No salíamos de nuestro campo con el balón controlado, regalos constantes y menor intensidad física que los rivales, con lo que los balones divididos eran para el rival. 
El ataque rival sobre la portería de Ter Stegen era constante pero por suerte no tenían fineza de cara a portería. Paradas de Ter Stegen y malos disparos del rival, era lo que mantenía vivo al equipo. 
Solo Neymar intentaba la jugada individual aunque en posiciones algo retrasadas, sin gran incidencia en el ataque. Pocos balones llegaban a Messi ni a Luis Suárez, que parecían ajenos al juego. 
Una contra ha generado una jugada de gol con el balón en la red de Luis Suárez pero el árbitro ha estimado que había falta inicial al portero. Esto ha generado alguna duda en el rival y entonces han aparecido algunas ocasiones del Barça. Una falta directa de Messi que Oblak ha desviado a córner podría haber sido del primer gol y un remate de Piqué de cabeza a la salida de un córner, han sido todas las ocasiones de gol en este tiempo. 
Pero las sensaciones que genera en equipo no son buenas. Busquets e Iniesta están lejos de su mejor forma, pérdidas inhabituales en ellos, blandos, poco intensos, lentos y lejos del rival, que pueden jugar con cierta libertad que nos podía costar caro. 
En la segunda parte parece que las cosas tenían otro color. Sin tener un control absoluto del partido, el balón estaba más tiempo en los pies de los blaugranas, con un rival que ya no realizaba con la misma intensidad la presión alta. 
Entonces el partido ha entrado en un punto de ruleta rusa, con ataques en un campo y en otro con cierto descontrol en el centro del campo. 
Finalmente ha llegado el primero del Barça, en una jugada que deja a las claras el estado del equipo. Intentos de remate varios a portería y respectivos rechaces de la defensa, pero esta vez la pelota caía del bando blaugrana, hasta que un último remate de Rafinha ha entrado en la red.  
Pero no podíamos cantar victoria ya que en la típica falta lateral sacada por el atlético ha permitido un remate en Godin previa falta que en esta área no se ven tan claras. 
De nuevo empate en el marcador, con el equipo sin grandes nombres en cuanto a juego ofensivo. 
Iniesta ha salido del campo, no parece estar en su mejor momento, entrando Rakitic. Después ha tenido que entrar Digne por la lesión en el tobillo de Mathieu y para acabar con los cambios, también ha entrado André Gomes por un Sergi Roberto que no está rindiendo como se esperaba en el lateral. 
Y no se sabe porqué, si por la insistencia del equipo o la suerte de los campeones, una recuperación en medio campo a tres minutos del final en la que Messi ha encarado con el balón controlado la frontal del área atlética, con pase lateral hasta que la pelota llega a Luis Suárez y su centro vuelve a Messi, que en doble remate consigue el gol de la victoria, que mantiene vivo al equipo en la lucha del campeonato. 
Esperemos que sirva como punto de inflexión para el estado anímico del equipo y pueda mejorar el juego de un equipo que todavía no está en un buen momento de juego. 

Lo mejor:
  1. Ter Stegen ha salvado goles que han mantenido al equipo vivo en el partido. 
  2. El resultado, a poco fútbol la victoria sabe a gloria. 
  3. Neymar insistir, insiste, algo solo. Rafinha ha luchado mucho y es lo que necesita el equipo. 

Lo peor:
  1. El Árbitro. 
  2. No podemos dejar todo al tridente, o funciona el colectivo o no llegaremos a buen puerto. 
  3. El juego no mejora. 

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