Cuarta final consecutiva de Copa.

Nueva final. Pero tras un partido muy flojo del equipo. Ya viendo el medio campo que presentaba el equipo de inicio, se presagiaba poco juego. Si añadimos una presión del rival que se le atragantaba al Barça, mezclamos y sale un mal partido. 

Enseguida han tenido una ocasión clarísima de Carrasco que entre su disparo centrado y el paradón de Cillessen, se ha evitado el primero en contra. Pero es que el equipo quedaba asfixiado en la salida, mal colocado, perdiendo la pelota enseguida y con un ritmo por debajo del que ponía el rival. 

Hemos necesitado medía hora para que el equipo elaborara la primera jugada de toque y alargando el ataque. Los últimos quince minutos de la primera parte fueron los únicos buenos del partido y donde se consiguió el gol de Luis Suárez tras el rechace del portero tras un disparo de Messi. 

La segunda parte iba con tranquilidad y parecía que el equipo se situaba mejor y sacaba mejor el balón. Pero cuando estaba a punto de ser cambiado, Sergi Roberto ha hecho una falta que le ha supuesto la segunda amarilla y la consiguiente expulsión. Esto ha trastocado el desarrollo final del partido, con un rival que se ha venido arriba y ha puesto el partido cuesta arriba.  

Un error del árbitro nos ha favorecido al anular un gol de Griezmann. Luego ha llegado la expulsión de Carrasco, que ha igualado el número de futbolistas en el campo, pero no así la intensidad de los dos equipos. 

De nuevo otro error del árbitro, esta vez en contra, un penalti de Piqué que se ve claramente como encoge la pierna. Pero el delantero ha sido listo y ha buscado el contacto para engañar al árbitro. Al menos, la suerte nos ha acompañado y el lanzamiento ha ido a las nubes. 

En estas idas y venidas, subidas y bajadas, al final han conseguido el empate en una buena combinación de ataque, poniendo el miedo en el cuerpo en la grada blaugrana. 

De ahí hasta el final un ataque constante del rival, achique de aguas en una barca que parecía zozobrar. Para acabar de tramitarlo, expulsión rigurosa de Luis Suárez en el último minuto. Que se olviden de recurrirla. No surtirá efecto. Él y Sergi Roberto no jugarán la final. Seguro. 

Luego la entrada de Filipe Luis a Messi que no es expulsado. Y reincidente. ¡Que poca masa gris!

Seguiremos esperando que el equipo mejore en su juego si quiere conseguir los retos planteados para esta temporada. 

Lo mejor:

1. La clasificación. 

Lo peor:

1. El juego no levanta cabeza. Empieza a preocupar. 
2. El árbitro. Pero le agradecemos la anulación del gol del rival por fuera de juego.