sábado, 23 de abril de 2016

El problema es mental.

Es así. El equipo se ha mostrado dubitativo y sin velocidad en las acciones de ataque, sin precisión en el pase, con grandes dificultades a la hora de defender por la falta de presión y repliegue correcto del equipo. Mientras en la primera parte un único gol de Messi de cabeza tras un rechace del portero era el poco bagaje ofensivo del equipo, el rival se encontraba cómodo sacando l pelots jugada con Halilovic organizando el ataque rival y generando llegadas de cierto peligro.
Pero en la segunda parte ha llegado el gol de Luis Suárez (en fuera de juego) y la liberación del equipo ha sido total. Messi se estaba mostrando ya en buenas condicione físicas, lo que demuestra que no andaba fino en los otros partidos, pero Neymar seguía con sus acciones dubitativas, sin saber que hacer en acciones que antes resolvía con calidad.
Después han ido cayendo los goles de penalti, dos de Suárez y uno de Neymar que parece haber devuelto la sonrisa al tridente. Finalmente ha llegado la guindilla de Suárez con el sexto dando el partido por finiquitado.
Lo único que hace falta es que el equipo de crea su calidad y la demuestre en el campo generando la misma o más intensidad que el rival. De esa manera y considerando que ya solo quedan tres partidos sin partido intersemanal contra rivales asequibles, la liga no debería escaparse.

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