Partido a priori con muchos alicientes pero que finalmente ha sido un poco flojo. El rival como se esperaba. Presión alta que dificultaba la salida de balón del Barça. Todo y esto, a los cuatro minutos ha llegado la primera ocasión de Pedro que el portero consigue parar.
Luego se ha diluido el juego. Como se combinaba poco por el medio, se buscaba mucho en vertical, quizás de forma abusiva con lo que las pérdidas eran constantes. Eso si, siempre en área contraria, sin peligro.
Pero hasta los últimos minutos de la primera parte no se ha vuelto a rematar a puerta, con varias ocasiones sucesivas de Munir que de forma inexplicable no han acabado en gol. Aparte de dos penaltis, de los tontos los dos, pero penaltis al fin al cabo.
La segunda parte ha continuado con el mismo sistema. Rakitic e Iniesta no participaban del juego y el juego se resentía.
Al final, el equipo se ha empezado ha estirar, igual que en Vilareal, con lo que el peligro llegaba más rápido a la portería de Gorka pero también merodeaba el área de Bravo. Por suerte, más hallá de un acercamiento de Munir con posible penalti de Piqué (si no ha visto los otros, éste era menos claro todavía), no ha pasado más apuros.
Las entradas en la segunda parte se han decantado por los delanteros, otra vez Neymar y Sandro, y de nuevo decisivos en el marcador.
Hemos tenido que esperar al minuto ochenta para abrir el marcador, Neymar por fin ha abierto la lata, a pase en profundidad de Messi tras un excelente robo de Busquets. Como siempre.
Ya con el Bilbao volcado tras sacar otro delantero, ha llegado el segundo de Neymar con nueva jugada individual de Messi por la banda, centrando para el remate raso del brasileño.
2 a 0 final para seguir líderes mientras el equipo se afianza en su juego y en su forma física.
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