Primera parte nefasta del equipo manteniendo las malas sensaciones que vienen desde hace semanas. El equipo parece jugar de forma relajada, sin tensión, como guardando fuerzas para lo que viene, cuando hoy es cuando se tienen que sacar las castañas del fuego y mantener la diferencia en liga.
Luego la entrada de Umtiti no ha sido satisfactoria. La falta de ritmo y de sensaciones de campo le ha generado muchos errores defensivos y ha sido clave en los dos goles del Sevilla en la primera parte.
Pérdidas constantes de Arturo Vidal con peligro rival. Los delanteros en su línea de errores y desconcierto.
En estos casos, el equipo se inhibe y todos los balones son para Messi y que se la apañe. Messi tampoco anda fino y mucho es que ha conseguido un gol de volea. El equipo no ataca ni defiende bien. Y dependemos del acierto del rival.
Era urgente hacer cambios en la segunda parte, Valverde ha hecho entrar a Sergi Roberto y Dembélé por Semedo y Arturo Vidal. Coutinho se ha incrustado más en el medio campo y Dembélé de extremo derecho.
El Barça se ha situado en ataque también facilitado porque el rival se ha situado más defensivamente. Muy expuesto sin mejorar en ataque. Pero un robo de Rakitic en medio campo ha generado una contra para que el balón llegue a los pies de Messi y marque el segundo por la escuadra.
Esto ha generado cambios de posición con Dembélé al extremo izquierdo y Coutinho por detrás. Pero el partido era un descontrol. Cualquiera podía marcar. Y con el miedo Valverde hace cambios defensivos para guardar el empate.
Aleñà ha entrado en el campo por un Coutinho desapercibido, es como si no jugara.
El Sevilla ha ido para abajo y el Barça sin grandes alardes ha intentado seguir atacando y ha llegado el tercero de Messi.
Incluso así, el Barça no ha controlado los últimos minutos y el Sevilla ha atacado con peligro por suerte sin remate.
Y una guinda obra de Luis Suárez para redondear el resultado.
Victoria sin juego, pero victoria al fin y al cabo.
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