Partido con muchos suplentes en el equipo y con Messi en el banquillo. Y ya sabemos que cuando Messi sale en las segundas partes, su rendimiento no es el mismo.
El rival se ha posicionado en actitud defensiva y el Barça parecía que el empate le iba bien. Mucha posesión, pase horizontal pero sin profundizar por banda y sobre todo sin rematar a portería. Sólo un disparo de Coutinho al larguero en la primera parte. Y si no se chuta a portería no se puede marcar. Obvio. Pero el Barça no apretaba, como si esperara que el gol llegara por sí mismo. Por un error del rival. Pero no ha sido así.
Luego en la segunda parte, la lluvia constante durante todo el partido ha provocado que el campo se empezara a hacer impracticable en algunos sitios. Por lo que el juego de toque ha empezado a perderse.
En esas condiciones los balones han empezado a ir por arriba y el Barça ha empezado a sufrir. Tanto que el rival coge el balón tras un saque de Ter Stegen al medio, centro lateral para el remate de Moreno a la red. La euforia en la grada.
Hasta que en una falta lateral, Piqué la ha rematado de cabeza logrando el empate final y el enfado de los jugadores y aficionados rivales por sus gestos en la celebración.
Mal partido que sigue la racha de los últimos partidos en los que el equipo ha perdido finura. Esperemos que la coja más adelante.
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