Un partido menos.

Partido que se intuía cómodo y que después la realidad ha superado a la intuición.
De entrada, Luis Enrique ha dejado fuera de la convocatoria a Busquets y en el banquillo a Rakitic y Luis Suárez. Mascherano descansaba por sanción.
A los diez minutos ha llegado el primero, gol en propia puerta después de un centro de Alba habilitado por Messi con un pase raso en profundidad. El equipo no ha tenido que apretar el acelerador. Se ha permitido el lujo de nuevo de fallar otro penalti, esta vez le ha tocado a Messi.
Pero no pasa nada. Enseguida llega el segundo obra de Munir tras centro de Messi y partido que se empezaba a encarrilar. El descanso de esta semana parece haber sentado bien al equipo, fresco, preciso en el pase y con velocidad de pelota, suficiente para superar al rival.
El rival que empezaba encerrado en su área después ha estirado las líneas lo que le ha supuesto recibir una goleada y no marcar ninguno a favor.
Messi se ha dedicado a recibir en tres cuartos de campo y repartir juego a sus compañeros. De esta forma ha llegado en tercero encontrando en profundidad a Neymar que ha estado fino en el remate, cosa que le faltaba en anteriores partidos.
El cuarto de Messi para llegar al descanso de disparo desde fuera del área y partido sentenciado sin despeinarse.
La segunda parte ha servido para marcar dos goles más, el quinto de Neymar y el sexto de Arda de semi chilena, lo que ha propiciado cambios para seguir dando descanso a los titulares, saliendo del campo Iniesta, Piqué y Mathieu, entrando Samper, Vermaelen y Bartra.
A partir de ahí bajada de tensión por los próximos partidos que vienen y pequeños detellos de Neymar y Messi pero ya sin definir de cara a portería.