domingo, 20 de marzo de 2016

Algún empate tocaba.

La dificultad de ganar siempre ha quedado patente hoy. Un partido que se iba ganando por cero a dos en la primera parte, al final ha acabado en empate a dos.
Seguramente todo tiene una (o varias) explicación. Ayer perdió el segundo en la liga lo que quitaba trascendencia de cara a la clasificación. El Barça ha entrado enchufado como acostumbra y se ha visto con ventaja en el marcador de dos goles, lo que ha generado cierta relajación.
En la segunda parte y dado que el rival tampoco generaba un peligro alarmante, Luis Enrique ha decidido cambiar a Piqué que tenía una tarjeta y podría haber sido expulsado si el arbitro hubiera visto las manos en una caída. La entrada de Mathieu y Alves ha generado ciertas dudas en cinco minutos hasta el punto que el rival ha conseguido empatar. Un gol de pérdida y gran jugada de ataque y el segundo en propia puerta a la salida de un gol.
A partir de aquí, nuevamente a poner la maquinaria de ataque y han surgido ocasiones claras para marcar el tercero pero al final el acierto del portero lo ha evitado.
Descanso por selecciones y después el clásico. El final se acerca.

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