Poderío, es la palabra que define al equipo en estos momentos. El equipo ha empezado a entrar en dinámica ganadora y el control del partido se hace desde el primer minuto de juego. Lo cual genera un estado anímico al equipo que le hace superior al rival en todas las facetas.
Viendo los primeros minutos ya se veía el dominio total contra un rival dispuesto en su campo y sin ejercer una gran presión a la salida del balón del Barça. Si a esto el unimos que en todo momento las presiones eran superadas de forma abrumadora llegando a Messi con una facilidad pasmosa, los goles era cosa de tiempo.
Sin apretar el acelerador y con los simples destellos de calidad de los blaugrana han llegado los goles. Además con máxima efectividad. En la primera parte, dos llegadas con disparo a puerta dos goles.
El primero de Munir tras un gran pase bombeado de Messi a Suárez y su centro raso es rematado por Munir en boca de gol.
El segundo en una contra cuando el rival más se estaba acercando al área de Bravo, pelots en los pies de Messi que solo va sorteando defensores hasta llegar al área y marca de disparo raso.
La segunda parte ha sido ya un paseo. Ritmo bajo para controlar el partido y hacia el final un nuevo penalti, esta vez marcado por Messi y el cuarto de Suárez en una gran jugada individual, con caño incluido y chut cruzado.
Poco antes de este último gol, triple cambio en el Barça, algo inédito con Luis Enrique, pero es que el partido estaba resuelto. Han entrado Sergi Roberto, Vermaelen y Bartra para dar descanso a Arda, Busquets y Piqué.
Semana de descanso desde hace mucho tiempo que servirá para situarse ante los próximos retos.
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