Si la semana pasada el empate fué un accidente, esta no ha sido así. El equipo ha salido a jugar un partido sin apretar el acelerador e incluso con el marcador a favor de dos a cero, se ha dormido en los laureles y se ha dejado empatar, ante un Deportivo que lo ha intentado y ha jugado en la segunda parte para merecerlo.
Y hoy el equipo era el titular. Salvando a Sandro por la lesión de Neymar. Pero ya se ha visto que el partido iba a ser aburrido. Ellos se han colocado en la zona central de su área dejando las bandas para el Barça. Zonas que el Barça no ha sabido o no ha querido aprovechar. Messi que no,parece estar en su mejor momento de forma, quizás por esas molestias que arrastra en los isquiotibiales, se ha dedicado más a dar el último pase y dar juego al resto de compañeros que ha generarlo él. Y no ha estado fino del todo.
Ya se ha visto que la primera gran ocasión de gol era de ellos y el Barça ha llegado al descanso ganando por un pírrico gol de falta de Leo.
La,segunda parte no ha mejorado nada. Ellos han dado un paso adelante y han empezado a engranar jugadas y pases para llegar con cierta asiduidad al área de Bravo, pero hasta el momento sin acierto de cara al gol.
Rakitic ha conseguido el segundo gol desde fuera del área en una jugada aislada. Fútbol bajo mínimos. Entonces han llegado los cambios y un bajada de concentración en todo el equipo.
Por parte de ellos, la entrada de Cardoso, un joven jugador del filial, ha revolucionado su ataque y después de errores en la entrega o pérdidas de balón en medio campo (Busquets ha tenido su peor día en lo que va de temporada), ha posibilitado que consiguieran el empate.
Haciendo aguas por todos lados. Faltando cinco minutos no era posible entrar de nuevo en el partido cuando ya se habían ido hacia muchos minutos.
Revés en la liga para dilapidar la ventaja conseguida hace dos semanas y golpe bajo a la moral del,equipo, justo cuando van a viajar a jugar el Mundial de clubs. Esperemos solo sea un espejismo.
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