Seguimos adelante pero con malas sensaciones.

Cuartos de final Champions League (vuelta).

FCB-PSG; 1-1.

• FCB: Valdés; Alves, Piqué, Adriano (Bartra, Min. 62), Alba; Busquets, Xavi (c), Iniesta; Pedro, Fàbregas (Messi, Min. 62) y Villa (Song, Min. 83).

• París SG: Sirigu; Jallet (Van der Wiel, Min. 88), Alex, Thiago Silva (c), Maxwell; Verratti (Beckham, Min. 82), Motta, Lucas, Pastore, Ibrahimovic y Lavezzi (Gameiro, Min. 81).

GOLES:

• 0-1, Min. 50, Pastore. Ibrahimovic en el centro del campo asiste en profundidad para el argentino que rompe el fuera de juego, se planta ante Valdés y lo supera con un toque sutil con la zurda. 1-1, Min. 70, Pedro. Messi envía en profundidad para Villa que, de espeladas a la portería entrega de primera a Pedro para que éste remache a la red.

ÁRBITRO:

• Bjórn Kuipers (Holanda). Auxiliado en las bandas por Sander Van Roekel y Erwin Zeinstra, ambos holandeses.  Cuarto árbitro, Angelo Boonman (Holanda). Mostró tarjetas amarillas a Adriano (Min. 41) por una entrada sobre Lucas; a Lavezzi (Min. 79) por una patada a Alba; a Thiago Silva (Min. 85) por una falta obre Messi: y a Beckham (Min. 89) por protestar.

INCIDENCIAS:

• Camp Nou, 96.022 espectadores.

Partido con mal juego, excesivo nerviosismo y mala colocación sobre el campo. La falta de Messi en el equipo titular ha hecho que con el paso de los minutos y la cada vez más creciente llegada de los franceses a las inmediaciones de Valdés, generara muchísimas dudas en el juego del equipo.

De entrada ha tenido que haber jugadores en posiciones no habituales. Adriano ha tenido que salir de central dada la falta de confianza de Bartra para los partidos importantes. Y Cesc jugando en la posición de Messi, algo más lógico por el juego que realiza.

El equipo parecía ir a por el partido. La primera una falta lanzada por Xavi que ha salido rozando el palo. Hay que ha acabado el bagaje ofensivo del Barça en la primera parte. Mucho centrocampismo y superioridad física de los franceses en esa zona. Poco a poco han empezado a presionar y a robar balones en zona de medio campo, generando contraataques cada vez más peligrosos. Una pérdida de Busquets en la salida ha generado una contra en la que Lavezzi ha estado a punto de marcar si no fuera porque Valdés la ha sacado providencialmente con la mano. 

Las sensaciones eran de que estaba más cerca el cero a uno que el uno a cero. 

Después del descanso, todo ha seguido igual. Incluso peor. El equipo entra en un estado de nervios que no se entiende, dando lugar a la mala ubicación de los jugadores y generando malas decisiones en la defensa de los rivales. El medio campo era un coladero. Busquets estaba desconocido, Xavi no parecía en las mejores condiciones, Iniesta defensivamente flojo pero al menos desbordaba en ataque. Alves en sus continuas subidas y bajadas, dejando su banda excesivamente libre para la entrada se Patore, que ha podido subir por ella como si fuera una autopista. Y así ha llegado el gol del París. Ibra ve a Pastore en profundidad, se va por velocidad sin que Alves pueda alcanzarle y bate a Valdés en su salida. 

Mazazo a la poca moral del equipo. Entonces se ha tenido que jugar la carta Messi, que esperaba en el banquillo y que se ha intentado evitar que jugara. Adriano con una rampa también ha tenido que ser sustituido. Por tanto, entrada de Messi y Bartra al terreno de juego, saliendo Cesc y Adriano.

Cambio de panorama. Ellos han visto las dificultades del Barça para generar ocasiones de gol y con el marcador a favor, se han quedado todavía un poco más atrás. Esto ha permitido al Barça apretar los dientes y empezar a pisar el área con más a asiduidad. Han venido varias jugadas con chutes consecutivos que siempre encontraban una pierna rival. 

Pero Messi había salido para conseguir que el equipo empatara. Ha cogido un balón en tres cuartos del campo, se ha ido de varios rivales sirviendo la bola hacia Villa dentro del área, éste al no tener remate cede para Pedro que dispara cruzado para marcar el gol del empate. Euforia en el equipo por lo que parecía imposible aunque quedaban veinte minutos para el final.

A partir de ahí, el equipo sabedor de su falta de buen juego, ha intentado controlar la bola y dormir el partido, que aunque en los últimos minutos se han pasado con ciertos nervios, se ha conseguido que ellos no tuvieran ocasiones claras de marcar. 

Final de infarto para un mal partido. Esperemos que el tema físico del equipo vaya a mejor en las dos próximas semanas, porque ahora si que quedan los más fuertes. 

¡A celebrar la clasificación para semifinales!