sábado, 3 de diciembre de 2016

Al final, lo que se esperaba.

Primera parte típica de los clásicos. Muy sosa. Los dos equipo bajo mínimos intentando controlar el juego sin perder los estribos pero sin generar ocasiones claras de gol. 
Iniesta y Umtiti no han salido de titulares. Falta de rodaje. Pero los que estaban en el campo han seguido en su línea de los últimos días. Quizás más presión de los delanteros si exceptuamos a Messi que no lo hace, y el hecho de que el rival se replegase en su área con sus delanteros muy descolgados arriba, ha favorecido que Busquets interviniera más en el juego. Pero ni fu, ni fa. Neymar el delantero más activo ha generado algún centro de peligro pero ningún remate entre los tres palos. Solo una falta directa de Messi muy floja. 
En cambio, ellos con el paso de los minutos aprovechaban las imprecisiones en el pase del Barça y la paulatina bajada de nivel para ir acercándose cada vez más al área de Ter Stegen, llegando a tener varios disparos a puerta aunque sin peligro excesivo. 
Messi ha buscado su juego por el centro pero los equipos ya saben por dónde se mueve y esto debería ser una señal para buscar más las bandas y juntar a los delanteros algo más. En las posesiones largas se encontraban espacios entre líneas pero el Barça no está funcionando correctamente. 
La segunda parte ha empezado igual hasta que ha llegado una falta lateral que Neymar ha sacado magistralmente al área pequeña para el remate de cabeza de Luis Suárez ha gol. 
Esto y la entrada de Iniesta ha dado otro aire al equipo, con mayor toque y combinación, generando los mejores minutos del equipo. Neymar ha fallado un gol cantado y Messi otro. Hechos que se han pagado caro al final. 
Ellos han conseguido en el último minuto una falta lateral en la que son peligrosos y han conseguido el empate. Resultado que les pone de cara la liga. 
Zidane ha estado a punto de meternos en la liga con su juego racano y temeroso, pero siguen con la suerte de cara. 

Lo mejor:
  1. El retorno de Iniesta. 

Lo peor:
  1. la falta final de Arda. 
  2. El juego no mejora. 

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