Dos partidos, dos caras.

Partido de doble cara. Una primera parte donde el Barça ha superado en todo momento a su rival. Y una segunda parte en la que me da la sensación de que el Barça ha confiado en la victoria demasiado pronto, incluso entiendo que se han reservado para el partido del domingo, donde se han pasado más apuros de los previstos.
Para empezar, el equipo de gala en el campo. Unos primeros minutos donde ellos han buscaban atacar la portería de Ter Stegen pero sin generar peligro alguno.
En cambio, enseguida ha llegado la primera ocasión del Barça. Ataque sobre la portería rival con pérdida pero Alves consigue robar la bola en la frontal, habilitando a Neymar que dispara al palo y pasa por toda la portería lamiendo la línea de cal.
La siguiente para Messi, dispara cruzado pero la falta de ángulo hace que la desvíe el portero a córner.
Luego ha llegado la única aproximación de ellos en toda la primera parte, pero Milner no llega a rematar correctamente un centro peligroso de Touré.
A partir de aquí, festival Messi. Desmarques por la banda derecha, túneles varios, la defensa perdida en su persecución. Tanto que en las siguientes jugadas han ido recibiendo tarjetas amarillas varios jugadores rivales tras derribar a Messi varias veces. Alguna falta directa pero sin suerte en el disparo.
Al fin, a la media hora, en una nueva contra, Messi llega hasta el borde del área, levanta la cabeza y ve la entrada de Rakitic solo por la banda izquierda (Neymar ha arrastrado a los defensas de su banda para dejarle la vía libre), control con el pecho y remate al fondo de la red. Partido encarado y con mejor juego que el rival. Eso si, siempre a la contra y guardando las espaldas.
Entonces ha llegado la jugada en la que el árbitro ha quedado en evidencia. Patada por detrás de Nasri a Neymar sin balón de por medio y una roja directa s ha convertido en una amarilla irreal. El arbitro no ha estado a la altura, dejando jugar mucho y siguiendo las jugadas desde lejos, físicamente flojo.
Antes del descanso todavía ha quedado tiempo para un remate de Luis Suárez tras pase en profundidad de Neymar que de nuevo ha repelido el palo.
La segunda parte ha empeza intensa pero poco a poco ha ido perdiendo fuelle. De nuevo el Barça llegaba bien al remate. Nuevo pase de Messi por arriba para la entrada de Alba que no consigue superar al portero.
Ellos han intentado apretar mas arriba y han empezado a llegar a las inmediaciones del área del Barça. Una bajada de tensión en la presión se notaba y la pelota ya empezaba a rondar campo blaugrana.
Entonces Ter Stegen ha empezado a encrespar los nervios del personal en una salida de su área e intento de regate sobre Agüero, que le ha robado la pelota y su remate lejano ha podido ser despejado por Piqué sin mayores consecuencias. Los nervios empezaban a aparecer cuando en otra jugada la pelota se movía dentro del área del Barça, con rebotes constantes sin un despeje eficaz.
El Barça seguía con sus contras pero era la noche de Hurt. Paradas constantes a remates de Messi, Neymar y Luis Suárez, muchos con cierta claridad, pero no era posible.
El punto álgido de tensión ha llegado cuando el árbitro la caga pitando un penalti sobre Agüero. Tensión máxima pero Ter Stegen ha parado el disparo de Agüero sacando pecho ante su gesta. Por suerte, se ha salvado el empate.
El Barça solo quería enfriar el partido. Messi recogía la pelota y la dormía en medio campo. Pases horizontales intentando no recibir peligro pero dando una sensación de debilidad algo decepcionante. Sigo pensando que estaban con la cabeza mas en el domingo que en el partido de hoy, cosa que podría haber costado caro.
De todas formas, cuando había posibilidad de contraataque se intentaba, pero volvían a chocar una y otra vez contra el cuerpo de Hurt. Cierto es que podrían haber caído unos cuantos pero la suerte no ha acompañado de cara a puerta. Esperemos que el punto de mira mejore de cara al domingo.
Alves ha recibido una amarilla que le supone un partido de suspensión a cumplir en la ida de cuartos.