Parece que el equipo no está dispuesto a darlo todo fuera de casa. El rival les ha superado físicamente, en la presión y en el juego. Sólo las individualidades hacen que el Barça haya sacado un punto de este partido.
En ningún momento se han sentido cómodos en el partido. Incluso a la hora de defender un córner, no son capaces de disimular el agarrón que ha supuesto el penalti en contra e ir a remolque todo el partido.
Y eso que en el único error en la presión, El abarca ha hecho su primer ataque con cara y ojos para que Griezmann empatara antes del descanso.
Esto ha supuesto un golpe en la moral del rival que no conseguía volver a su dinámica de juego de los primeros minutos. Una nueva jugada de calidad ha supuesto el uno a dos de Luis Suárez que parecía poner el resultado de cara para ganar el partido. Pero no ha servido de nada. El equipo sigue con jugadores que no participan en defensa en la presión, con lo que es imposible robar la pelota y eso supone desgaste excesivo de medio campo para atrás. El nivel de motivación tampoco era excesivo por lo que el rival ha empezado a regenerarse y conseguir ocasiones de gol. Hasta que un error de Ter Stegen, el que no estaba fallando hasta ahora, ha servido el empate en bandeja a la Real, marcador que no ha cambiado hasta el final.
El equipo parece reservarse para el miércoles pero es posible que paguen caro todos estos puntos que están perdiendo como visitantes.
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