martes, 17 de septiembre de 2019

La vida sigue igual.

Cambiamos de temporada pero seguimos con los mismos tics. Líneas muy separadas, los defensores con miedo de salir y los delanteros sin ayudar en la presión con la intensidad necesaria. Los medios apenas pueden cubrir tanto terreno.
El rival es más fuerte físicamente y nos desbordan por velocidad.
El resultado no ha sido justo. Han hecho más méritos ellos para ganar el partido, hasta fallar un penalti o por el gran acierto de Ter Stegen, que con sus paradas ha podido salvar un punto.
Messi ha salido la media hora final pero el juego de ataque se hace más previsible aún. Hasta entonces, mucho toque horizontal y nada de verticalidad. Ni un disparo a puerta entre los tres palos. Y con Messi, balón para él y ha jugar por el centro, intentado atravesar varios defensas y sin espacios.
Esto no mejora y Valverde tiene bastante trabajo por delante para arreglarlo. Si es que tiene arreglo.

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