Flojo partido desde el inicio que con los cambios se ha podido evitar la goleada en contra.
Un partido loco por los dos bandos. La baja intensidad de los blaugranas ha generado que enseguida llegara un dos a cero. Pasividad y poca presión efectiva, la lesión de Vermaelen y dos minutos con un jugador menos, momento en el que ha llegado el segundo en contra.
En ataque el equipo era inofensivo. Solo Coutinho daba juego de valor. Obra suya ha sido el dos a uno. La entrada de Piqué ha dado algo más de carácter e intensidad hasta el descanso.
Pero la salida en la segunda parte ha sido todavía peor, hasta ponerse cinco a uno y con la sensación de que les caería una goleada de escándalo. Los tres delanteros no ofrecían fútbol de ataque y en cambio, no había equilibrio defensivo.
Valverde ha cambiado a Iniesta y Dembélé dando entrada a Denis y Alcácer. Y al menos, la sensación del equipo ha cambiado, a pesar que los jugadores han seguido con el descalabro táctico y posicional. Se han conseguido tres goles para llegar al cinco a cuatro final que ha roto la racha de partidos de liga sin perder.
Con la liga ganada se están haciendo largas estas semanas para acabarla. Bueno ya queda solo uno.
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